Hace unos años opté a un trabajo de secretaria en una pequeña empresa. Tras la entrevista, el dueño de dicha empresa -y posible futuro jefe- me explicó las condiciones del puesto. La más relevante: se trataba de un horario de media jornada.
No debí de poner muy buena cara (me interesaba más un trabajo
a jornada completa por motivos económicos) puesto que, inmediatamente, me
preguntó: “¿Tienes hijos?” Le respondí que sí, que tenía una hija de 9 años.
“¡Ah, entonces perfecto! –esbozó una gran sonrisa –. Porque a
las mamis les encanta la media jornada”.
¿Qué le hizo llegar a esta conclusión?
Según los datos del año 2023 ofrecidos por el Instituto de
las Mujeres en su estudio “Población ocupada según situación profesional y tipo
de jornada”, un 73,6 % del total de trabajadores a tiempo parcial son mujeres. En
la zona euro, con datos de 2022, el porcentaje de mujeres de 15 a 64 años con
parcialidad involuntaria alcanzaba el 19,4%, mientras que en España fue del
49,4%.
Repasando lo que hemos visto en el Módulo 1 sobre los
estereotipos y roles de género, me doy cuenta de que a las mujeres se les
atribuye frecuentemente el rol de cuidadoras. Y, especialmente, cuidadoras de
los bebés y niños pequeños. Y esto proviene, como no podía ser de otra forma,
de ese estereotipo que afirma que las mujeres son “por naturaleza” más dulces,
más cariñosas, caritativas, comunicativas, etc.
Y de ahí la creencia de que, si quieres o necesitas contratar
a alguien para un puesto con jornada parcial, mejor si es mujer (y madre,
añadiría), porque “les viene mejor”.
Afortunadamente, las cosas están empezando a cambiar. Un
avance significativo es la posibilidad de que los hombres disfruten de un
permiso por paternidad para cuidar también de los recién nacidos.
Vemos que, en el caso del permiso de maternidad, las seis
primeras semanas deben disfrutarse, obligatoriamente, justo después del parto,
lo cual resulta lógico al tratarse de una cuestión biológica y, por lo tanto, (ahora sí) natural.
Pero, a partir de ahí, ambos, mujeres y hombres, pueden y
deben hacerse cargo de los cuidados equitativamente.
A ver si así, poco a poco, terminamos con ese falso nexo
entre “mujeres/mamás” y “cuidados” para poder acceder al mundo laboral en
igualdad de condiciones.
